viernes, 21 de septiembre de 2007

Emprendedores Sub/20


TENER SU PROPIA COMPAÑÍA ANTES DE LOS 20 AÑOS.
Por Penélopoe Green
Uno de los días favoritos de Bradley Ziegler es al día siguiente de Navidad, cuando los contenedores de ofertas en Wal-Mart están llenos de DVDs y juegos de GameCube rebajados. Como ha hecho en los últimos dos años, Bradley seleccionó un montón de juegos y películas de 3.99 dólares y luego los subastó hasta por 10 veces ese precio en eBay a clientes regulares desde Kentucky hasta Chipre.
Su computadora debe apagarse a las 9:30 cada noche (una regla de la casa), pero a él le gusta el hecho de que puede ganar 50 dólares o más antes del desayuno de la mañana siguiente. Debido a eBay, nadie sabe que él tiene 15 años (ni le importa si está dormido).
Desde hace algún tiempo, los adolescentes han estado mirando a los emprendedores como íconos -- ya sea Bill Gates o Donald Trump -- tanto como a las estrellas de rock y los atletas. Tener su propio negocio se ha puesto de moda; tener su propio negocio antes de cumplir los 20 años es indescriptible.
Percibiendo un nuevo mercado, los editores de libros y los autores de textos de auto-ayuda están haciendo guías para enriquecerse e invertir para lectores menores de edad. Libros como “La Guía de Inversión de Motley Fool para Adolescentes: Ocho Pasos para Tener Más Dinero del que tus Padres Jamás Soñaron” y “Padre Rico, Padre Pobre para Adolescentes: Los Secretos sobre el Dinero que No Aprendes en la Escuela” dan un giro capitalista al antiguo lema de la generación de los “baby boomers”: Nunca confíes en nadie de más de 30.
Desde el ascenso, caída y ascenso de nuevo de la nueva economía, el rostro del sueño americano se ha vuelto más joven, más rico ... y más restringido al hogar. Con las noticias llenas de veinteañeros que están ganando millones de dólares con ideas creadas en sus laptops y en sus dormitorios (como han hecho los fundadores de YouTube, MySpace y Facebook), cada vez más adolescentes esperan convertirse en el director ejecutivo de sus propias compañías, sin siquiera salir de sus recámaras.
“Estos chicos quieren ganar dinero”, dijo Atoosa Rubenstein, de 35 años, ex editora en jefe de CosmoGirl, la cual fundó cuando tenía 26 años, y la revista Seventeen. “Están siendo blanco de la mercadotecnia todo el tiempo, y comprenden de qué se trata la mercadotecnia. Ahora te da valor social tener tu propio negocio. Antes era tu guardarropa o tu deporte. Ahora tu propio negocio hace una declaración sobre ti y tus intereses. Casi cae en clichés: el futuro director ejecutivo teclea, los inclinados a la moda hacen playeras, los chicos conocedores de la Web asesoran a adultos sobre la computadora o venden juegos en eBay”.
Peter Liebenson, un alumno de 17 años de Dalton School en Manhattan, dijo que esperaba que el nombre de su negocio, Pete’s Caramels, sea famoso un día. Pero lo que también es cierto es que la empresa de Peter -- caramelos hechos en casa vendidos por internet (petescaramels.com) -- es atractiva para él en gran medida porque es una empresa solitaria. “Supongo que en general me gusta hacer mis propias cosas”, dijo. “En vez de futbol americano, juego bochas. En vez del piano, toco el theremin. Dijo que Jeff Bezos, fundador de Amazon.com, era un personaje inspirador. “La mercadotecnia de Amazon es interesante para mí”, explicó.
Peter tomó un curso de dos días de diseño de Web en la Escuela de Artes Visuales, luego envió una muestrario de caramelos a su blog sobre dulces favorito, candyaddict.com, recibiendo una testimonio brillante (“íTe predigo un dulce éxito!”) así como un enlace a su sitio, y así nació el negocio.
Peter promete a los clientes un producto que es saludable y delicioso. La entrega puede tomar hasta un mes (la tarea y las solicitudes para la universidad están primero), pero se pueden solicitar muestras por un dólar y pagar por Internet a través de PayPal. Si envías a Peter un testimonio, te reembolsa el dólar.
Con un escaparate en Internet, críticas favorables en blogs y testimonios de clientes, Peter tiene más pedidos de los que puede atender (de 22 estados y lugares tan lejanos como Holanda, dijo). Los gastos son bajos (paga 4 dólares por el alojamiento en la Web y la publicidad es gratuita). Estima una utilidad total hasta la fecha de unoNo todos los emprendedores adolescentes están tan orientados al proceso. Para muchos, la utilidad es el objetivo.
Los internados son ambientes fértiles para los tipos de negocios propiedad de menores de edad; el mercado literalmente está bastante cautivo y por lo tanto hambriento de todo tipo de productos.
Hace dos años, Matt Swift era un alumno de primer año en Salisbury School para niños en Salisbury, Connecticut. No era muy dado a los deportes, dijo, y tenía mucho tiempo libre. Siempre había sido emprendedor.
Swift, ahora alumno de primer año en Georgetown University, describió su plan de negocios: “Estabamos en medio de la nada y la comida era terrible y pensé: ¿cuál es el mejor mercado para una escuela de varones?”
Comida y citas fueron las respuestas obvias, y la comida era la opción más viable, dijo. Con la bendición del director, Chisholm S. Chandler, él y dos amigos, Nick Logothetis y Mike Katzenberg, crearon una tienda de bocadillos en un aula del sótano. Su inversión inicial fue de 5,000 dólares cada uno (estos son muchachos afortunados), y pagaban a un maestro 50 dólares cada sábado para que los llevara a un Costco y a un Sam’s Club a surtirse.
Abierta durante sólo 45 minutos después de salir del salón de estudio cada noche, el lugar fue un éxito instantáneo. Para Navidad tenían una utilidad de 30,000 dólares, y empezaron a canalizarla a obras de caridad: ayuda para los damnificados de Katrina y el tsunami, computadoras y tutores para una casa de retiro cercana, aprovechando las subvenciones iguales otorgadas por la Fundación Ford.
“Recibimos mucha publicidad al principio de los maestros, así que el componente de las obras de caridad era clave”, dijo Swift. “La mayoría de la gente no se sentía cómoda con la idea de que lucráramos con nuestros compañeros de estudios. Nuestras calificaciones se deslizaron al principio, las mías de A’s a C’s, pero cuando Chandler nos dijo que perderíamos la tienda, las subimos de nuevo. Fue un incentivo poderoso”.
Al año siguiente, la escuela ofreció a los muchachos la concesión del restaurante en un nuevo centro estudiantil, y Sarum’s Snacks, como se llamaba, entró en una etapa más amplia, aunque no menos exitosa. El año pasado vendieron sus activos a la escuela, dijo Swift, y designaron a dos alumnos de último año para que se quedaran en su lugar.
El director, Chandler, dijo el otro día que había habido “algo de asombro de que permitiéramos a los chicos entrar en terreno desconocido, pero parte de la educación es intentar algo nuevo”. Continuó: “Si hubiera fracasado, habría sido un éxito porque aún habrían aprendido algo”.
El más exitoso de la media docena de manuales para ganar dinero que circulan ahora es “Padre Rico, Padre Pobre para Adolescentes”, con 50,000 ejemplares vendidos desde su publicación en 2004, según Nielsen BookScan.
“Padre Rico, Padre Pobre para Adolescentes” es parte de la franquicia creada por Robert T. Kiyosaki y Sharon L. Lechter.
El mensaje esencial es que la educación superior puede dejarte muy endeudado y que un empleo asalariado es una situación perdedora, dado el estado actual de la malversación corporativa y el costo de la atención médica. El libro es un manifiesto para hacer florecer a emprendedores solitarios de todas las edades.
Respondiendo a la falta de educación financiera en las preparatorias y escuelas secundarias, la compañía de Kiyosaki creó una serie de juegos financieros llamado Cashflow. Los jugadores ganan cuando logran escapar de empleos asalariados amasando ingresos pasivos (inversiones en bienes raíces o la bolsa de valores).
Familias enteras -- las llamadas Familias Ricas -- ahora forman comunidades de enlace y para jugar, reuniéndose para jugar Cashflow los viernes en la noche. “El juego te abre los ojos”, dijo Amanda McCauley, cuyas dos hijas, Kelsey, de 13 años, y Karly, de 11, son afitrionas de juegos de Cashflow en Phoenix. “Aprenden que el dinero no simplemente sale de un cajero automático”.
El otro día Kelsey describió su continua búsqueda de un sitio para desplegar una máquina de goma de mascar y acumular ingresos pasivos. “En este momento cuido niños”, dijo, “pero tengo que estar ahí para ganar dinero”.
E (NYTIMES SYN) ...
Nota Publicada en Lo Nuestro 14/2/2007
http://www.lonuestro.us/print.php?nid=42&origen=1

martes, 11 de septiembre de 2007

UN CAMBIO DE PERFIL


La mitad de los que fundan su empresa tiene entre 28 y 35 años. El 90% lo hace en grupo y el 73% tiene formación universitaria. A diferencia de los emprendedores de la crisis, no buscan sobrevivir sino realizarse.
En Argentina existe una nueva generación de emprendedores que nacen chicos pero consiguen sobrevivir y crecer. Según una investigación elaborada para el Banco Interamericano de Desarrollo, a diferencia de los que fundaron su primera empresa durante la última crisis para salir del charco, estos emprendedores dinámicos buscan independizarse y aplicar sus estudios. Pero lo más novedoso es que estas nuevas empresas son fruto de creaciones colectivas más que de esfuerzos individuales: según el estudio, el 89% fueron fundadas por equipos que promediaban tres socios. La cifra contrasta con el perfil de las micro y pequeñas empresas que había trazado el Observatorio de Empleo y Empresas del Ministerio de Trabajo: en 2003, el 70% de las nuevas empresas eran obra de una sola persona.
"El trabajo en equipo genera masa crítica, permite consensuar objetivos, determinar estrategias y aporta el valor del conocimiento multidisciplinario: variables necesarias para la creación de empresas exitosas", explicó Stella Puente, socióloga y subsecretaria de Industrias Culturales del Ministerio de Producción porteño. "Hoy los liderazgos son negociados, y las medallas y utilidades ya no son propiedad de un individuo. La complejidad de este mundo exige la confrontación de perspectivas. Hoy es casi inconcebible el trabajo unipersonal", coincidió Patricio Videla, consultor y especialista en marketing.
El estudio indagó, durante 2006, a 1.000 emprendedores de Latinoamérica, entre ellos 200 argentinos. Y arrojó otro resultado: la mitad de los que iniciaron el camino emprendedor tienen entre 28 y 35 años. "Está naciendo una nueva generación de emprendedores jóvenes con mayor sentido de la responsabilidad social, de cumplimiento con normas de calidad y de tener los papeles en regla", explicó a Clarín Hugo Kantis, doctor en economía, autor del trabajo y fundador de Dinámica SE, una red de apoyo a emprendedores .Y distinguió el éxito del fracaso según las motivaciones: "Es más probable que logren crecer los que emprenden por motivaciones positivas que quienes lo hacen por estar desempleados. Cuando se emprende sin vocación, si las empresas sobreviven es frecuente que no crezcan".
El legado familiar y educacional también suma. De hecho, el 50% de los nuevos emprendedores son hijos de padres independientes. "Es más posible que surjan emprendedores de familias con padres que trabajan de forma independiente, con cuya experiencia el futuro emprendedor entra en contacto desde joven— sigue Kantis—. Además, el conocimiento que da una educación universitaria suma para encontrar futuros socios". En la Argentina, el nivel de instrucción universitaria de los emprendedores dinámicos —los que logran transformarse en pyme y emplear a más de 15 personas— alcanza el 73%.
Según el estudio, las empresas que engrosaron el sector de las pymes se orientaron hacia el software, la ropa y los muebles con diseño. Matías Kulfas, subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, lo confirma: "De 2003 a 2006 nacieron 50.000 nuevas pymes al año. El sector con la tasa de natalidad neta más alta es el software (11%) y le siguen la fabricación de máquinas de oficina (10,8%); manufacturas de cuero (7,5%) e indumentaria (7,2%)".
¿La receta para no fracasar en el intento? Concluye Kantis: "No hacer una copia de lo que ya existe. La clave está en diferenciarse, en ser innovador".
FUENTE: CLARIN
Gloria Sousa Dias
Nota publicada en: http://www.uipba.com.ar/ 11/9/07